ALÍ Y NINO

Alí y Nino es una pequeña joya que nos sorprende. Es una rara avis difícil de catalogar. Desde luego felicitar a Libros del Asteroide por la traerlo a las librerías españolas. Quería leerlo en un principio por el lugar en el que está ambientado, la ciudad de Bakú en Azerbaiyán a las puertas de la primera guerra mundial. Me parecía una localización bastante exótica. También me llamaba la atención la mezcolanza de gentes y culturas que se daban cita en aquel lugar, musulmanes, cristianos ortodoxos, rusos, armenios, georgianos… y ese aire de cambio entre oriente y occidente.

Por la premisa que podía leer, iba a tratar de una historia de amor entre un Musulmán, Alí Kan Shirvanshir y una princesa armenia, Nino Kipiani de fe cristiana ortodoxa. Imaginad este drama cuasi Shakesperiano  con una guerra y culturas enfrentadas de por medio. Me hacía pensar en un dramón con una carga pasional muy grande, vamos, un amor casi imposible.

Lo que no me imaginaba y me acabó de conquistar el libro, fue su frescura. Me partió en dos, porque empieza la historia contando las peripecias de Alí en la escuela contestando de forma torticera a las ansias de adoctrinamiento del profesor, que era pro-ruso. Alí, irreductible siempre se escabulle y tiene una respuesta para defender el honor del musulmán y defender las bondades de Bakú frente a los imperialistas occidentales. Imaginad esto en las palabras de un niño. Es desternillante, y además, se pasa el tiempo idealizando a Nino que era otra niña en un colegio religioso. Sueña como va a ser suya, incluso hasta imaginando el rapto.

Esta parte primera de la novela, está narrada de tal forma que me recordaba a la película “La vida es bella” con la dulzura e inocencia del niño que ve el mundo tan simple como se le aparece a los ojos, sin dobleces. También me recuerda a la película de “Cinema Paradiso” porque el niño a pesar de ser inocente, es bastante traste y la lía con los compañeros. Esta primera parte de la novela la compararía con “Mi planta de naranja lima” también de la misma editorial, en la que el niño tiene una voz muy especial que te va enganchando hasta que acabas derretido.

Para mí, las cincuenta primeras páginas es lo que mejor he leído en mucho tiempo, no por su calidad estilística, sino por su frescura, como está narrada, lo ágil que es y lo divertida que resulta. Puedo decir que es uno de los mejores comienzos que he leído.

Los personajes crecen y el amor perdura, pero empiezan a manifestarse las primeras disonancias culturales. El autor comienza a ilustrar todo el contexto de la novela en esta parte media de la novela y el ritmo baja, pero por el contrario es más ilustrativa de la vida de la mujer en el islam, del machismo que en oídos occidentales nos resulta más chirriante, y quizás esta parte se vuelve un poco farragosa por las continuas digresiones.

Es verdad que aporta un valor cultural inigualable, porque es de los pocos libros que nos pueden hablar de ese lugar en la época, pero esta diferencia de tono dentro de la novela ayuda a la idea de que en realidad esta novela fue escrita a cuatro manos. Parece que Kurban Said heredó el texto de otro y lo reformó y completó.

Entiendo que la empresa de mantener el nivel inicial del libro era muy difícil, por eso le perdono que vaya de más a menos. Siendo la segunda parte más cultural, o que el peso cultural es mayor que el literario.

Pese a la diferencia que se expresa entre la mujer de oriente y occidente, lo mejor de la novela es la historia de amor entre Alí y Nino, que es capaz de superar todas las adversidades y está relatado sin que me suba el azúcar. El amor está tratado de forma que la sublimación de los sentimientos forma parte fundamental, donde a su modo, cada uno es capaz de sacrificarse por el otro a pesar de ser sabedores de sus diferencias. Ella es una mujer del bosque y él un hombre del desierto, para descubrir lo que significa, tendréis que leer el libro.