HISTORIA DE UN MATRIMONIO

Traigo esta película al blog, escrita y dirigida por Noah Baumbach, protagonizada por Scarlett Johansson y Adam Driver para hacer un ligero contraste con la anterior que he publicado en el apartado cine. Así es, Adam Driver es buen actor, y menos mal que esta película se estrena casi al mismo tiempo que Star Wars IX, así nos podemos dar cuenta cómo, de alguna manera, estaba desaprovechado en la saga galáctica.

Por otro lado, también sale Laura Dern, una de mis actrices favoritas desde Corazón salvaje y que también en Star Wars ha sido desaprovechada. Aquí hace un papel de abogada de divorcios súper agresiva y realmente me parece más creíble que la pobre Scarlett cuando están juntas.

Siguiendo la pista de Scarlett, podemos ver como esta peli va en consonancia con la primera época de esta actriz, cuando hacía cine independiente, Lost in translation, La joven de la perla y unas cuantas películas junto a Woody Allen. De hecho está también en la película el gran Allan Alda, uno de los mejores actores que ha trabajado con woody Allen. Parece una reunión de viejos amigos, pero en su dirección está un cada vez más creciente Baumbach que firma su mejor obra hasta el momento. Es de justicia comentar que esta película es muy deudora de una peli que en su momento supuso un impacto para este tipo de historias de problemática de pareja como Kramer contra Kramer, a finales de los 70.

Entrando en lo que es la película, la expondría como un relato más bien amargo con sus toques de ternura y nostalgia. Eso sí, siempre una historia anclada en la impertérrita realidad. Es la fotografía de un matrimonio en horas bajas que tiene que enfrentarse a la dura experiencia de un divorcio. Una experiencia que va a tirar de ellos y que les cambiará la vida de forma radical. Una experiencia que marca cuando viven en la monotonía de una relación de amor, pero con interés mutuo. Los dos son artistas dedicados a la interpretación. Ella una portentosa actriz y él un genio de la dirección escénica. La conjunción parecía perfecta cuando sus intereses coincidían. Ella, con el transcurso del tiempo, cayó en la cuenta de que seguía en Nueva York porque creía que él era un genio y ella brillaba como actriz. En determinado momento cambió su mentalidad porque llegaría a ser madre, pero con el paso de los años tenía la impresión de que se hacía más pequeña comparada con él. Actuaba en clave de conformismo. Él vivía un sueño. Éxito profesional y se veía complementado perfectamente por ella. Vivía en muchas ocasiones sin pedir la opinión de la pareja, aunque ella no utilizara su propia voz.

Toda esta situación explota al emerger en los protagonistas un vacío existencial pero tienen que seguir adelante con sus vidas y al final, el proceso de divorcio saca a relucir la peor parte de ellos reflejada en los abogados, Laura Dern y Ray Liotta. Del proceso de divorcio no cuento nada porque es admirable de ver. En un principio asisten a un proceso de mediación con un pensamiento mágico, creyendo que el gran amor que se profesan será suficiente para resolver sus problemas.

La puesta en escena es sobria, lugares cerrados y con gente en Nueva York y lugares fríos, amplios, minimalistas y funcionalistas en Los Ángeles. Con esto, narrativamente se ve un avance en la película, la sordidez del momento en el que están viviendo. La decoración de los despachos es minimalista, como la decoración de la vivienda de él en Los Ángeles. Las únicas escenas exteriores que se graban, si mal no recuerdo es cuando Adam Driver recorre con el hijo distintas localizaciones en la noche de Halloween. Yo creo que es buscado, porque deja expedita una senda para hacer una película de actores, que es lo que es.

La verdad es que si esta película no es de actores, se convertiría en un telefilme que proyectan los fines de semana después de comer, casi siempre basado en hechos reales. Se nota el trabajo actoral y del director en la búsqueda de personaje. Scarlett Johansson hace un buen trabajo actoral, en la postura corporal y emocional, la mirada baja, el punto de gravedad bajo, poniendo de relevancia que es un personaje supeditado al marido, aunque no sea algo consciente para el personaje pero sí para la actriz.

Si analizamos una escena en concreto, como la de la primera entrevista entre Johansson y Dern. Veremos la importancia de estos tips de búsqueda de personaje. El lenguaje no verbal en esta escena está brutalmente presente. Johansson aparece apocada en un lado del sofá, encogida, con miedo de contar intimidades y el personaje de Dern se da cuenta, se acerca, se descalza y se siente en posición relajada, en una posición cómoda y desenfadada, intentando hacer escucha activa aunque interesada. Por eso tiene tanta fuerza, incluso en la mirada cuando habla y Johansoon está cómo titubeando, sollozando hasta que el clima le da el suficiente arrojo para confesar una infidelidad de Driver. Es un trabajo de personaje y de química entre actrices. Luego, más adelante en la película, se nota como en la imagen que he puesto arriba, que las dos sentadas, están como alineadas. Parece inconsciente, y seguramente en la mayoría de las veces lo es, pero da muestras de una química que se ha trabajado a lo largo de la relación y la película.

En cambio Adam Driver busca una postura displicente, él es el genio y todo gira a su alrededor. De tal manera que el busca un punto de gravedad alto, es decir, como si hubiese un hilo que tirase de él hacia adelante y arriba desde el pecho, siempre está muy erguido y cuando comienzan los problemas, ese hilo se rompe, anda más bajo, con los hombros más caídos y le enfurece que toda esa vida que pensaba idílica, se va diluyendo delante de sus narices. Piensa que no tiene la culpa de que su pareja no encontrase su propia voz en la que plantease los problemas propios de su matrimonio. En él se opera un cortocircuito que no es capaz de reconectar. De hecho, en una escena se derrumba en el suelo. Se acabó eso del punto de gravedad alto.

Por eso es tan potente las escenas que tiene con el niño, porque va cayendo poco a poco en el pozo de lo que supuso su ensimismamiento, descubrir que la realidad de la familia tiene más apoyos y vórtices que su propia persona, que los demás cuentan y debió de pensar en ellos antes. El niño prefiere a sus compañeros de colegio de Los Ángeles. El niño necesita que pase más tiempo con él… Adam Driver ve cómo su matrimonio ha hecho aguas y se ha dado cuenta demasiado tarde. Aunque ahora Johansson utiliza esa voz que ha encontrado para hacerse la víctima después de tantos años, cuando antes no había puesto las cartas sobre la mesa.

Resalta el desempeño interpretativo en una escena en la que Adam Driver y Scarlett Johansson discuten acaloradamente. El texto está picado y las emociones a flor de piel. Si hay improvisación, que lo dudo, por la velocidad de los pies y las respuestas de los propios actores, sería increíble. Pero si no la hay, se demuestra un dominio de las emociones adaptadas al texto y al ritmo endiablado de la situación que merece ser analizada en las escuelas de interpretación. La verdad es que se puede establecer un paradigma. Porque esta escena sería más sencilla de realizar en teatro, con muchos ensayos, no en cine, que el ritmo de grabación es más rápido.

Destaca mucho la organicidad, como si naciese de dentro aquello que nos están entregando. Es una buena muestra de que el guión está muy bien hecho. La verdad es que el director, ahora en una relación con la directora de mujercitas, ha tenido que pasar por una situación de divorcio con un niño pequeño de por medio. No dudo que esto sería un apoyo enorme para hacer de este guión una obra muy salientable.

Como curiosidad y para mostrar las bondades del guión destacaría el juego que se hace con el cordón de los zapatos para, como he dicho en la crítica de Star Wars IX, dar sensación de ciclo o circularidad a la historia. De alguna manera nos vienen diciendo que las relaciones van y vienen pero siempre perdura el amor. Por mi parte es todo.