BRON /BROEN

Una de las mejores sorpresas que he recibido esta década en tema de series. Viene abalada por varias televisiones escandinavas, aunque el peso mayor lo lleven Suecia y Dinamarca. Estrenada en 2011 y terminada en 2018, cuenta con cuatro temporadas del mejor thriller al estilo nórdico. Yo me voy a referir a la primera temporada por no desvelar nada más, aunque haga referencia a otras temporadas. Intentaré no hacer spoilers, porque creedme, esta serie sí merece la pena verla. Ha creado escuela y un montón de versiones y secuelas. En Estados unidos "Bridge", en Inglaterra "The tunnel" y en Rusia también hay una versión, pero no sé reproducir el alfabeto cirílico. Bron/Broen es la idea original y con más fuerza, mientras que la ficción sueco-danesa finalizó con buen puerto, las demás se han ido quedando por el camino. Eran adaptaciones que querían superar la  barrera cultural e implementar todo lo bueno del nordic noir en sus países respectivos, pero no son tan buenas como la original.

El puente de Øresund es uno de los protagonistas a lo largo de la serie. Consta de 8 kilómetros y une Malmö, en Suecia con la capital de Dinamarca, Copenhague. El nudo de la trama se va a originar en este puente, pues contiene la línea de los dos países en el medio de su recorrido y aparece misteriosamente un cadáver justo encima de la divisoria, con lo cual implicará la colaboración de la policía sueca con la danesa. Aquí conocemos a la pareja protagonista con una química espectacular. Se complementan al milímetro pese a ser completamente opuestos. Kim Bodnia y Sofia Helin darán vida a Martin Rhode y Saga Norén, una pareja atípica que tendrá que aprender a compenetrarse y comprenderse.

Esta es la premisa inicial y los protagonistas que se presentan en el primer capítulo, con lo que tampoco destapo nada, pero tranquilos, todo se complica hasta una cuarta temporada que si bien baja, son sólo ocho capítulos, sube maravillosamente en su final deslumbrante.

Parte del enorme éxito de esta producción es responsabilidad de Hans Rosenfeldt, creador y guionista de la serie. Las razones son muy sugerentes. La narrativa está fuera del arco normal que podría haber tenido una historia policiaca en la narrativa occidental. La forma de contar los sucesivos pasos de la investigación y de los propios sucesos rompe los esquemas de dicha narrativa. Esto provoca que estemos construyendo un puzzle, pero no con piezas similares, sino optando por otro sistema que al mismo tiempo que nos desconcierta y nos confunde, nos fascina. 

Los guiones, planificados al milímetro hunden sus tentáculos en varias tramas para cerrarlas al final de temporada de manera "casi magistral" Digo casi, porque para mí, hay un punto en la primera temporada que podría ser muy mejorable. Nadie que conozca se ha dado cuenta, pero me gustaría conversar con alguien cuando alguno pueda terminar la primera temporada. Prometo que no doy spoilers.

Junto con la trama, lo que más engancha de la serie es el tratamiento de los personajes. Saga Norén, es un personaje complicadísimo, lleno de capas, matices y segundas lecturas. Padece algún grado de síndrome de Aspergen que no la dejan interactuar con los demás de manera fluida, en cambio es una de las mejores sabuesos que tiene la policía sueca. Es muy profesional, como un perro de presa que no cejará en su empeño para conseguir lo que se propone. Podemos decir que vive casi para el trabajo. Por suerte,  y en estos últimos tiempos, no viene siendo habitual, es que el personaje es atractivo por sí sólo y lo vas descubriendo poco a poco a lo largo de los capítulos. Hay una progresión de personaje enorme. En los dos primeros capítulos parece un robot, y en la cuarta temporada sigue teniendo sus problemas, pero es adorable y todos queremos adoptar a una Saga Norén en nuestra vida.

Además, por su forma de ser, implacable con el cumplimiento de la justicia, metódica, desinhibida de las convenciones sociales... Es capaz de crear las situaciones más cómicas y absurdas de la serie. Seguro que os descoloca y diréis, ¡Qué grande es esta mujer!

Las palabras que digo parecen muy gruesas, pero no lo son tanto si veis la serie. El personaje de Martin Rodhe, es más parecido a nosotros, y nos adentramos en el mundo de Saga Norén a través de él. Parece que ella se roba toda la pantalla y él hace de partener, pero para los que hayan interpretado alguna vez, saben que esto es muy complicado de hacer. Una interpretación medida. Martin acabará por ser un guía de los sentimientos humanos para Saga y dando contrapunto a todos sus desequilibrios. Esto no quita, para que en el plano personal, Martin sea un completo desastre. Tiene cinco hijos con tres mujeres distintas y alguna otra sorpresita que no cuento, pero que podréis inferir, porque es un claro caso de incontinencia, y no me refiero a incontinencia verbal. En cambio es una persona afable, amigo de sus amigos, conversador, atento, cariñoso... También me encariñé con Kim Bodnia, pero dejó la serie después de la segunda temporada por desavenencias creativas con los productores.

La verdad, después de esta pérdida pensé que la serie no se recuperaba, pero Bodnia fue sustituido por Thure Lindhardt, que interpretaría a Henrik Sabroe, el nuevo partener de Saga para las temporadas tres y cuatro. Hace un buen trabajo, pero en este caso, Sofia Helin es la ama y señora de la ficción. Además, culminará su arco desde el primer capítulo de la serie en el mismo puente de Øresund.

Analizando la fotografía, en aspecto formal, me parece que está muy bien cuidada. En algún apartado técnico falla por demasiado grano o por abusar de la cámara digital en ocasiones de baja luminosidad. Su aspecto es frío con dominantes azules y verdosos,  pero eso me gustó, creo que fue un acierto. No lo digo por retratar a una fría Suecia o Dinamarca, que lo son, sino que me parece un buen elemento narrativo para hacer ver que debajo de lo racional y frío que puede llegar a ser el pensamiento de esa sociedad se puede estar escondiendo una bestia. Se ve cómo reaccionan horrorizados cuando se produce un escándalo público o un terrorista...

Además, esta fotografía con tonos fríos ayuda a retratar muchas localizaciones de carácter sórdido, cómo escenas dignas de un crimen de las que todos se alejan rápidamente. 

Mención aparte merecen los cliffhangers que nos dejan al final de cada capítulos, porque siendo geniales, me refiero a los de la primera temporada, una vez acabada, echando la vista atrás, parecen algo tramposos. Si alguno que ha visto la serie no lo ha notado, podemos comentarlo en los comentarios, eso sí, sólo pido que antes del comentario punga un gran SPOILER con letras de oro. Por mi parte es todo que me eternizo. Espero que os guste.

P.D: Bron/Broen quiere decir puente en su respectivo sueco y danés.